¡Nuestro Plan Diocesano Continua!
En el transcurso de este año, la
diócesis de Socorro y San Gil ha alcanzado una meta muy importante: Celebrar el
Congreso Eucarístico Diocesano; una acción que estaba prevista desde hace más
de 30 años dentro del Plan Diocesano de Renovación y Evangelización PDRE.
Durante el transcurso de este año se estuvieron
celebrando los congresos eucarísticos parroquiales y arciprestales, los cuales fueron
una preparación para vivir el momento culmen de este proceso: Celebrar el
Congreso Eucarístico Diocesano, el cual se llevó a cabo los días 19 y 20 de
octubre en el municipio de San Gil.
En este congreso participaron personas
de las 53 parroquias de nuestra diócesis que ayudan en la pastoral parroquial,
tales como: catequistas, animadores de las comunidades, celebradores de la
palabra, quienes trabajan en los diferentes comités, en fin, todas las personas
que están cercanas a las parroquias.
La celebración del Congreso Eucarístico
Diocesano, tuvo una trascendencia muy significativa, y es que con su
celebración aprendimos que la Eucaristía no es solo culto, no es solo
congregarnos en el templo parroquial para vivir la celebración de la misa, sino
que este acto de común unión, también tiene repercusiones personales y
comunitarias ad-intra y ad-extra de la iglesia, pues, la Eucaristía, en su
dimensión social, puede ir más allá de las fronteras de la Iglesia para llegar
a todo aquel que lo necesite por medio de las personas que en nombre de Cristo viven
y animan a otros a vivir en comunidad, porque es la comunión, la palabra que
nosotros usamos para concretizar lo que la Eucaristía busca: una común unión
con la cabeza del cuerpo de la Iglesia que es Cristo y con los demás miembros
del cuerpo de la Iglesia que son todos los bautizados.
Y de eso se trata, que como cristianos
católicos que cada día o cada domingo se congregan para celebrar la Eucaristía,
reflejen la vivencia de este sacramento no solamente en su vida personal, sino
en su vida en comunidad, al relacionarse con los otros y al vivir en comunidad
el compartir fraterno porque, así como lo indica el lema de este año: “Con
Jesucristo Pan de Vida, Partir y Compartir en Alegría”.
¿Que
se viene luego de vivir y celebrar el Congreso Eucarístico Diocesano?
La celebración del Congreso Eucarístico
fue una oportunidad para tomar un nuevo impulso en nuestro trabajo pastoral,
porque de aquí en adelante el proceso continúa, pero con unas líneas más
definidas. Por ello, lo que ahora continua, específicamente para los años 2019,
2020, 2021, 2022 y 2023, es una primera fase de una gran etapa llamada Ministerialidad.
La Ministerialidad es poner al servicio
de la Iglesia esos dones que Dios nos ha dado; por ello, esta nueva etapa de
pos-congreso podría ser resumida en la siguiente frase: “Iglesia Diocesana
sirviendo en el Amor”, la cual nos indica que estamos llamados a servir, pero con
un servicio fundamentado en el amor.
Al hablar de Ministerialidad, pensamos
en los ministros; y hay ministros ordenados, ministros instituidos y
ministerios pastorales; y, precisamente, pensando en los ministros ordenados
(obispos, sacerdotes, diáconos), el 2019 será el año del ministerio Sacerdotal,
el cual estará muy unido a la vida y el trabajo de la comunidad. Este año será
una oportunidad para que nuestros sacerdotes diocesanos se renueven en su
ministerio para confrontar su llamado y la manera en como están respondiendo a su
vocación de servicio, la cual debe estar muy articulada con la comunidad; y de
igual manera, la comunidad también debe estar articulada con el sacerdote,
apoyándolo en su servicio y orando por su ministerio sacerdotal. Por ello, en
el año 2019, vamos a decir como lema: “Sacerdote y comunidad, sirviendo a la
humanidad”.
Así mismo, para el año 2020, el tema central
será la familia; todos sirviendo de manera muy especial a la familia, pero la
familia también sirviendo a la humanidad, Por ello, para el año 2020, tendremos
como lema: “Familia y comunidad sirviendo a la humanidad”.
De igual manera, el año 2021, será el
año para detenernos en la niñez, e instituiremos en nuestras parroquias los comités,
grupos y ministerios de servicio a la niñez. Así mismo, el año 2022 será el año
de la juventud, por ende, instituiremos en nuestras comunidades los servicios y
ministerios de la juventud. Y para el año 2023, el tema central será la
población más vulnerable, también con un énfasis muy especial en cuanto a lo
social.
Así viviremos, en los próximos cinco
años, la primera fase de una larga etapa en torno a la Ministerialidad y
vivencia del Evangelio porque, Jesús a través de la Eucaristía, nos llama
precisamente a una vida de servicio con los demás.
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